El secreto de sus ojos.

Sí. Reconozco que todavía me cuesta mirarle a los ojos. Siento un gran impulso de ponerme de puntillas y besarle. Aún sigo queriendo ser suya. Él no sabe NADA. Solo soy su princesa en mis sueños, mis malditos sueños. Sus ojos, tienen un secreto. Dicen muchas cosas, pero ninguna de ellas es verdad. Todo empezó una pequeña tarde de otoño. Fue la primera vez que lo ví. No era como los demás. Tenía algo que le hacía destacar por alguna razón. Era como, un cuento de hadas. Del que jamás creí salir. Sus ojos, su sonrisa, su todo. Lo que más me gustaba de él, era los momentos que me solía sonreír desinteresadamente. Podría haberle contado todos mis sueños en los que casualmente, él era el protagonista. Podría, pero..

Marioneta.

¿Te acuerdas? Yo era una marioneta. TU marioneta. Me usabas como te daba la gana. Sólo con tirar de uno de mis hilos conseguías que hiciera todo lo que me pedías.

Pero, ¿Sabes qué? Eso se acabó. He decidido no ser más tu marioneta. He decidido cortar los hilos que me unen a ti.

A partir de ahora no seré de nadie. Seré una marioneta rota y sucia a la que nadie quiere, pero ¿sabes qué? Prefiero estar así, hecha añicos, antes de volver a ser TU marioneta.

Duele.

Cuando la veo con ella. Cuando pienso que nunca le debería de haber soltado. Cuando sé que está echo para mi. Cuando le miro y veo que todo es imposible. Cuando cierro los ojos y aparece él. Cuando está feliz sin mí. Cuando corre con ella y la besa derrepente. Cuando imagino que yo podría ser esa. Cuando llorro todas las noches a causa de sus besos. Cuando mueve los brazos y la abraza a ella. Cuando toman refrescos de dos pajitas mientras se cojen de la mano. Cuando puedo al fin soñar con el y me doy cuenta de que no es real. Cuando me mintió y fué con ella. Cuando.. tengo que aceptar que no puedo hacer nada.

Y pensar lo mucho que me costó salir de aquel cuento de hadas. Que yo era el motivo de tu sonrisa. Que solo estabamos tú y yo. Que... Aún te quiero.

Nosotras:)

Somos de esas personas de las que un día se levanta con el pie izquierdo y no tiene ganas de hacer nada. De esas que pueden hacerte reir hasta explotar con una simple palabra. De esas que son especiales por su manera de ser. De las que no tienen un día igual a otro. De las que no se dejan hacer daño por un mal de amores. Nosotras. Somos únicas. No somos "amigas". Tenemos otra palabra que sustituye amiga. Algo imposible de expresar con palabras. Algo que se demuestra. Nos comportamos como enanas solo por diversión. Sin pensar lo que pueda pensar la gente.